El círculo mágico es algo que se traza a nuestro alrededor para protegernos de la negatividad y para crear un lugar sagrado en el que llevar a cabo los rituales y consagrar las herramientas que vayamos a utilizar.
Normalmente se traza con el athame, una daga ceremonial de mango negro y doble filo. No se usa para cortar, es símplemente simbólico, dirige nuestra energía en la dirección que queramos, en este caso para trazar el círculo sagrado. En caso de no disponer de athame, usaremos el dedo índice de nuestra mano derecha, o izquierda si somos zurdos.
El círculo mágico se utiliza en festividades wiccanas, cuando vamos a realizar un hechizo o para limpiar el ambiente y poder meditar o relajarnos. No es algo que deba trazarse siempre en el suelo, puede trazarse en el aire, a nuestro alrededor, visualizándolo en nuestra mente. Debemos disponer de todos los elementos que utilizaremos en su interior, para no romperlo durante la ceremonia. Necesitaremos cerillas, velas, a ser posible velas pequeñas de té porque se necesitarán varias y de colores diversos y sería peligroso e incómodo usar velas altas, incienso, un bol con agua y un poco de sal y un athame en caso de disponer de él. Si tenemos un pentáculo también sería bueno instalarlo en el interior del círculo.
Para empezar, utilizando el athame o el dedo índice, trazamos un círculo a nuestro alrededor empezando por el este y terminando en él, en dirección contraria a las agujas del reloj. A la vez que giramos pedimos la presencia y la protección del dios y la diosa wiccanos. Hay muchas frases para pedir la protección y presencia de los dioses y los elementos, pero lo mejor es expresarlo con las propias palabras ya que simbolizará mejor nuestros sentimientos y le infundiremos más energía. Encendemos una vela blanca o roja que será la vela de la presencia.
A continuación mojamos la punta del athame o el dedo índice en el agua con una pizca de sal y trazamos otro círculo en la misma dirección para pedir que nada que no haya sido llamado entre en el círculo.
Pedimos la bendición del fuego a la vez que encendemos el incienso. Cogemos el incienso y recorremos el círculo pidiendo la ayuda del elemento aire.
Pedimos la ayuda de los guardianes. En caso de disponer de velas de colores las iremos encendiendo.
Pedir la presencia del guardián del este, el elemento aire. Encender una vela amarilla.
Pedir la presencia del guardián del norte, el elemento fuego. Encender una vela roja.
Pedir la presencia del guardián del oeste, el elemento agua. Encender una vela azul.
Pedir la presencia del guardián del sur, el elemento tierra. Encender una vela verde.
Invitamos al dios y a la diosa al círculo encendiendo una vela por cada uno.
El círculo está formado y representa un espacio sagrado en el que realizar nuestros rituales o celebraciones.
Una vez a cumplido su función hay que despedir a los guardianes de los elementos empezando por el sur y en sentido de las agujas del reloj apagando las velas que los simbolizan y al dios y la diosa agradeciéndoles su ayuda y protección y deseando su presencia en futuras ocasiones. Después de esto ya se puede salir del círculo.
Esta sería la versión completa del trazado del círculo. En caso de querer meditar o no disponer de tantos elementos y tiempo, siempre se puede realizar una versión reducida del mismo sin olvidar que las presencias de los guardianes y los dioses son indispensables.
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