La relajación nos ayudará a ponernos en contacto con nuestro animal de poder. Esto no es algo sencillo, habrá que dedicar varias sesiones de relajación para conseguir resultados.
Primero, escoged un lugar tranquilo, donde no vayáis a ser molestados. Poneos ropa cómoda, que no os apriete ni moleste de ningún modo. Apagad las luces, pues es más fácil relajarse en la oscuridad. Podéis poner algún incienso suave que os ayude, como lavanda,mirra, jazmín o patchuli, aunque eso depende bastante de vosotros, pues a cada uno le tranquiliza más un aroma u otro. Adoptad una postura cómoda porque podéis estar mucho rato así. Lo ideal es tumbarse boca arriba. Cerrad los ojos y prestad atención a vuestra respiración. Sentid cómo el aire entra e inunda vuestros pulmones. Notad después cómo sale lentamente. Seguid el ritmo de la respiración sintiendo cómo llena vuestro cuerpo de energía a la vez que de oxígeno. Sentid la energía fluir por vuestro interior, imaginadla como un calor que se mueve por vuestros brazos, piernas, cabeza... reconfortando vuestro cuerpo y extrayendo el frío de la energía negativa que se había quedado estancada. Seguid así hasta que os sintáis en calma. Cuando hayáis llegado a este estado, empezad a imaginar un lugar. Estáis en algún lugar de la naturaleza que os atraiga, el mar, el bosque, un lago, el pico de una montaña... dejad que esto pase poco a poco, no obliguéis a vuestra mente a ir a ningún sitio, dejad simplemente que aparezca.Cuando estéis ahí, mirad a vuestro alrededor, visualizad cada detalle, cada sensación, ¿es de día, de noche? Esperad ahí, relajados, hasta que un animal se os presente delante. Lo veréis aparecer y acercarse poco a poco a vosotros. No os mováis ni intentéis ir hacia él, será él quien se acerque si os acepta. Disfrutad de su compañía y quedáos un rato ahí.
Finalmente, cuando se vaya, también vosotros podréis iros. Ved cómo va desapareciendo poco a poco la naturaleza a vuestro alrededor, sentid de nuevo que estáis en vuestra casa. Empezad a prestar de nuevo atención a vuestro cuerpo, a la energía que fluye por él, a la respiración. Oled el incienso que habíais puesto y que inunda la habitación. Empezad a mover poco a poco vuestro cuerpo, las manos, los pies, los brazos,... hasta que estéis completamente despiertos.
Esta técnica de relajación no es fácil de conseguir. Requiere mucha práctica y es casi seguro que no veréis vuestro animal de poder al primer intento. Es algo que hay que ir repitiendo y mejorando poco a poco.
Espero que os haya ayudado en la búsqueda y podáis encontrar a vuestro animal de poder.
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