Hay turmalinas de todos los colores, desde transparente a negra. La más usada en la magia es la turmalina negra. Es la piedra más utilizada como protectora frente a las energías negativas. Se carga eléctricamente por el calor, la presión o el frío. Antiguamente se utilizaba por su capacidad para atraer las cenizas debido a su carga. Relaja el sistema nervioso, equilibra las emociones y regenera las células. Expulsa las energías negativas descargando a las personas de ellas. Absorbe y transmuta las energías desarmónicas. Es ideal para tratar la depresión y la tristeza. Equilibra los chakras.

Antes de usarla hay que ponerla en agua con sal durante una noche, aclararla bien después y exponerla al sol un día entero. De vez en cuando va bien repetir este proceso para ayudarla a descargarse.
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