Este ritual se utiliza cuando nos mudamos a una casa nueva, tenemos una racha de mala suerte, sentimos energías o presencias extrañas o cuando notamos mucha energía negativa acumulada en el ambiente. Esto último se comprueba cuando te sientes cansado sin motivo, tienes constantes dolores de cabeza en casa o no puedes dormir bien.

Para empezar, pide la ayuda o protección de las fuerzas de la naturaleza, el dios y la diosa wiccanos o aquel en quien creas. Pero sobretodo debe ser alguien en quien creas de verdad. Si no se te ocurre quien o no tienes una creencia formada, siempre puedes pedir ayuda a los elementos de la naturaleza, ya que vas a usar sus plantas para purificar tu hogar. Primero encendemos la vela blanca o negra en un lugar de la casa que sea especial para ti, en el que te sientas protegido o relajado, siempre teniendo cuidado de no dejarla en ningún lugar peligroso en el que se pueda quemar algo o ser golpeada y tirada por alguien.

Deja pasar unos minutos sintiendo el olor de los inciensos inundar tu hogar. Cuando el aroma se haya suavizado, coge la infusión de canela que habías preparado y que debería estar caliente aun para que desprenda olor, y vuelve a pasear por la casa repitiendo el proceso. Déjala después con todo lo demás.
Con todo esto tu casa debería quedar libre de energías negativas y te sentirás más relajado y seguro en ella. De vez en cuando se puede repetir el proceso.
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