El cuarzo es un mineral compuesto de sílice. Es uno de los minerales más comunes en la corteza terrestre. Hay muchas variedades: cristal de roca, cuarzo blanco, café, rosa, ahumado, citrino e incluso la amatista es un tipo de cuarzo.
Es una piedra con grandes propiedades energéticas, por lo que es muy apropiada en casos de pérdida de vitalidad.
Cada tipo de cuarzo posee unas cualidades propias. El blanco actúa contra la pérdida de energía, para vencer la ansiedad, para reducir el estrés y para favorecer la meditación.
El cuarzo rosa se utiliza para atraer el amor. Para realizar curaciones emocionales y para equilibrar la energía sexual y emocional.
El cuarzo citrino tiene el poder de regenerar en cualquier sentido. Es purificador, expulsa las energías negativas. Está relacionado con el éxito y las riquezas.
El cuarzo ahumado ayuda al desarrollo espiritual anclándonos a la tierra para no perder el contacto con la realidad.
El cuarzo ahumado ayuda al desarrollo espiritual anclándonos a la tierra para no perder el contacto con la realidad.
Aunque el más utilizado es el cristal de roca, el cuarzo transparente, amplifica la energía del cuerpo y de la mente. Se usa para la meditación, la limpieza del aura y en rituales de curación. Canaliza las energías y desbloquea. Las bolas de cristal para predecir el futuro se fabricaban con cristal de roca, aunque resultaban caras y se acabaron usando otros materiales. Si se posee una esfera de cuarzo es bueno sacarla a la luz de la luna llena para fortalecer sus poderes.
El cuarzo se purifica introduciéndolo en una infusión de salvia durante un día entero.
Para beneficiarnos de sus efectos se puede sostener en la mano cuando nos encontramos enfermos o llevarlo al cuello en forma de colgante, siempre tocando la piel. También se puede colocar en las esquinas de una habitación para protegerla de las energías negativas.
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