domingo, 24 de julio de 2016

Mandrágora.

La mandrágora o manzana de satán existe a pesar de lo que muchos puedan creer.  Se trata de una planta de la especie fanerógama, de las solanáceas.  Es utilizada en medicina  y muy usada durante los rituales mágicos.  Suele vivir en zonas sombrías, húmedas y con poco sol.  Tiene unos frutos amarillos, anaranjados similares a una manzana pequeña, áltamente tóxicos.  Sus flores son muy apreciadas ornamentalmente.  Pero es su raíz semejante a una figura humana lo que la dota de poderes mágicos.  Es una planta muy tóxica ingerida, pero sus efectos también se absorben a través de la piel, por lo que hay que manipularla con cuidado.  Provoca alucinaciones y puede provocar la muerte. En muchos paises su cultivo está prohibido.
Los magos usaban sus raices por su parecido a la figura humana, tallándola en ocasiones para que se asemejara más.  Algunos la adoraban como a pequeños dioses.  Las brujas la utilizaban para realizar hungüentos y en rituales.
Se cree que crecía por los fluidos biológicos que caían del cuerpo de un ahorcado.  Al arrancar una mandrágora, ésta chillaba lamentándose pudiendo provocar la locura y la muerte del que la sacara.  Por este motivo, se utilizaban perros que se ataban a la raíz y se les hacía tirar de ella.
La leyenda dice que las mandrágoras se transforman en hombrecitos con vida propia que ayudan al dueño de la planta.
La mandrágora contiene alcaloides, similares a la belladona, por lo que se usa como anestésico, para reducir el dolor y para úlceras.  Pero en altas dosis puede producir el coma y la muerte.
Mágicamente se usa frente a la esterilidad, como afrodisíaco, como potenciador de visiones, para la adivinación y como protección frente a las fuerzas del mal.

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