Este ritual lo dedicaremos a la diosa nórdica Freyja, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Es del linaje Vanes y una de las más importantes en la mitología nórdica. Freyja es representada como una joven de gran belleza, con larga melena rubia y un collar forjado por enanos. Viaja a menudo sobre un carro tirado por dos gatos o a lomos de su jabalí, en búsqueda de su marido Od que desapareció en uno de sus viajes. Sus lágrimas por la pérdida de su marido se convierten en oro antes de tocar el suelo, por eso a este metal se lo conoce como "las lágrimas de Freyja".
Este ritual, como todos los que se celebran para atraer algo, se tiene que hacer en luna creciente. Necesitaremos una vela rosa, un trozo de tela rojo, pétalos de rosa, incienso de jazmín o canela y un cuarzo rosa.
Con el cuarzo rosa en una de nuestras manos, encenderemos la vela con la otra. Debemos hacerlo en un sitio donde pueda permanecer hasta que se consuma. Pediremos a la diosa Freyja que escuche nuestras palabras y guíe nuestro corazón en la búsqueda de un amor verdadero, o que nos ayude a mantener el que ya tenemos. Debemos buscar las palabras que mejor se ajusten a nuestro deseo. Después le agradeceremos su presencia y su ayuda y le ofreceremos los pétalos de la rosa esparciéndolos frente a la vela y el incienso de jazmín. Dejaremos el cuarzo rosa sobre los pétalos hasta que la vela se haya consumido. Cuando se haya apagado, formaremos un saquito con la tela roja y meteremos en ella los pétalos y el cuarzo rosa. Lo dejaremos una noche junto a nuestra almohada y al día siguiente, podremos sacar el cuarzo y llevarlo con nosotros en el bolsillo o colgado tocando nuestra piel si es posible. El saquito con los pétalos podemos dejarlo en nuestra mesilla de noche para que el amor que trae Freyja nos acompañe en sueños.
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