El roble

Hay muchas variedades, todas provienen del género Quercus, es originario del hemisferio norte.  El más notable de ellos es el roble común, el más dominante.  Crece en suelos con humedad.  Tiene un crecimiento lento pero puede llegar a medir más de treinta metros.  Es un árbol de gran longevidad.  Su madera es muy dura y muy apreciada.  Es robusto, en latín, roble y fuerza se expresan igual, robur.  Su fruto es la bellota, reunida en grupos de uno a tres.   Sus hojas son lobuladas, de hasta doce centímetros.

Las propiedades medicinales del roble se basan en sus taninos y flavonoides que son astringentes por lo que disminuyen secreciones en general, inflamaciones, sangrado, diarreas... Es antiséptico, antiinflamatorio y hemostático, detiene el flujo sanguíneo, por lo que detiene las hemorragias.  Para aprovechar sus virtudes se usa la corteza.  Para la diarrea, se cuece una cucharada de corteza en agua y se pueden beber hasta tres vasos diarios.  Para hemorragias intestinales se puede usar esta misma infusión e incluso para la gastritis.  Para faringitis, anginas, llagas o gingivitis se pueden realizar gárgaras con la infusión de corteza.  Para grietas en la piel o hemorroides se aplica un paño o compresa mojada en esta infusión.

La toxicidad del roble es únicamente por su contenido en taninos que, en dosis altas, puede irritar la mucosa digestiva, por lo que no hay que superar la dosis recomendada.  No prolongar los tratamientos más de cuatro días en uso interno o quince días en uso externo.

Para los celtas, el roble era uno de los árboles más mágicos.  Trasmite fortaleza, sabiduría, nobleza, lealtad, poder, longevidad y es símbolo de la vida.  Los druidas celebraban siempre sus rituales en presencia de un roble.  Su fortaleza ofrece protección mágica.  Sus bellotas puestas en la ventana protegen de la entrada de un rayo.  Llevar encima un trozo de su madera o una bellota protege de todo mal.  Trae buena suerte coger una hoja mientras cae al suelo, evita resfriados y gripes ese año.  

Tanto por sus propiedades mágicas, medicinales,  como por su belleza, es un árbol majestuoso del que vale la pena disfrutar.  Relájate bajo sus imponentes ramas y abrázate al tronco para recoger su energía., sentirás su fuerza pasar a ti.

Luna avivadora o de nieve

La luna llena de febrero se llama la luna avivadora o luna de nieve.  Es tiempo de meditación y purificación.  La energía de nuestro cuerpo, al igual que la madre tierra, empieza a despertar.  Las semillas de los proyectos que hemos plantado germinan igual que las plantas.  Redirige tus proyectos y corrige los errores.  Disfruta de la luz que lo ilumina todo y permítete ver en qué te habías equivocado. Purifica tu cuerpo, aliméntalo con comida sana y natural, haz infusiones de plantas depurativas como el tomillo o el romero y haz algo de ejercicio. 

Es tiempo de crecimiento y regeneración.  Enciende alguna vela amarilla o naranja, pon algún incienso energético como el de mirra o el incienso natural y dedícate a reflexionar sobre tus planes de futuro a la luz de una luna avivadora sintiendo cómo su energía invade tu cuerpo.

Ritual de amor

Este ritual lo dedicaremos a la diosa nórdica Freyja, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad.  Es del linaje Vanes y una de las más importantes en la mitología nórdica.  Freyja es representada como una joven de gran belleza, con larga melena rubia y un collar forjado por enanos.  Viaja a menudo sobre un carro tirado por dos gatos o a lomos de su jabalí, en búsqueda de su marido Od que desapareció en uno de sus viajes.  Sus lágrimas por la pérdida de su marido se convierten en oro antes de tocar el suelo, por eso a este metal se lo conoce como "las lágrimas de Freyja".  

Este ritual, como todos los que se celebran para atraer algo, se tiene que hacer en luna creciente.  Necesitaremos una vela rosa, un trozo de tela rojo, pétalos de rosa, incienso de jazmín o canela y un cuarzo rosa.

Con el cuarzo rosa en una de  nuestras manos, encenderemos la vela con la otra.  Debemos hacerlo en un sitio donde pueda permanecer hasta que se consuma.  Pediremos a la diosa Freyja que escuche nuestras palabras y guíe nuestro corazón en la búsqueda de un amor verdadero, o que nos ayude a mantener el que ya tenemos.  Debemos buscar las palabras que mejor se ajusten a nuestro deseo.  Después le agradeceremos su presencia y su ayuda y le ofreceremos los pétalos de la rosa esparciéndolos frente a la vela y el incienso de jazmín.  Dejaremos el cuarzo rosa sobre los pétalos  hasta que la vela se haya consumido.  Cuando se haya apagado, formaremos un saquito con la tela roja y meteremos en ella los pétalos y el cuarzo rosa.  Lo dejaremos una noche junto a nuestra almohada y al día siguiente, podremos sacar el cuarzo y llevarlo con nosotros en el bolsillo o colgado tocando nuestra piel si es posible.  El saquito con los pétalos podemos dejarlo en nuestra mesilla de noche para que el amor que  trae Freyja nos acompañe en sueños.

Runas

Las runas forman el alfabeto que usaban las lenguas germánicas, Europa central y oriental en la antiguedad.

Los escritos más antiguos datan del año 150 y fueron cambiando con el tiempo.  En algunos lugares como escandinavia, sobrevivió hasta bien entrado el siglo XX.

En la creencia escandinava, las runas son de origen divino, los dioses se las pasaron a los humanos. 

El primer alfabeto antiguo consta de 24 runas y se encontró en la piedra Kilver en suecia, después se fue  ampliando.  Cada runa tiene un nombre y un significado que se utiliza en adivinación para aconsejarnos o guiarnos.  Se hace una tirada de un número de ellas y se interpretan.

Puedes comprar las runas acompañadas de una interpretación de cada una o hacértelas tu mismo.  Unas piedras ornamentales pequeñas de las que se ponen en centros de mesa servirían.  Se pueden pintar o tallar cada  símbolo de las runas en ellas.

Las 24 principales serían: Fehu, el ganado.  Uruz, el toro.  Thurisaz, la espina.  Ansuz, la boca.  Raido, El carro.  Kaunaz, la antorcha.  Gebo, el regalo.  Wunjo, la alegría.  Hagalaz,el granizo.  Naudiz, la necesidad.  Isa, el hielo.  Jera, el año.  Eihwaz, el tejo.   Perth, El destino.  Algiz, el alce.  Sowilo, la rueda.  Tiwaz, la estrella polar.  Berkano, el cisne.  Ehwaz,el caballo.  Mannaz, la humanidad.  Laguz, el agua.  Inguz, la entrada.  Othalaz, la nobleza.  Y Dagaz,  la luz de mediodía.

Para tirarlas, va bien guardarlas en una bolsa oscura y sacar alguna al azar.  Se puede hacer una tirada de varias, cuatro normalmente o sacar solo una e interpretar su significado.  Hay que ir practicando poco a poco para aprender a comunicarnos con ellas y así las tiradas serán más exactas.