Frejya o Freya, "la señora", es la diosa nórdica del amor, la belleza, la sexualidad, la lujuria y la fertilidad. Aunque también se la asocia a la guerra, la muerte, la magia y la riqueza. Recibía a la mitad de los muertos en combate en su castillo, Fólkvangr, mientras que Odín recibía a la otra mitad en el Valhalla, por ello también se la llamaba la diosa de las valkirias o la primera valkiria.
Frejya es junto con Frigg la diosa más importante de la mitología nórdica.
Es representada en muchas ocasiones en un carro tirado por dos grandes gatos; Bygul y Trjegul, los gatos de los campos noruegos. Los gatos son sagrados para la diosa Frejya. Su esposo Óor está frecuentemente ausente por lo que ella recorre los mundos en su búsqueda y derrama lágrimas de oro rojo entristecida, por ello al oro se le suele llamar, las lágrimas de Frejya. Adorna su cuello con un collar de oro mágico, Brísingamen, que representa al sol, regalo de unos enanos a cambio de sus encantos. Se le reconocen numerosos amantes, entre ellos Odín y su propio hermano Freyr.
Posee una capa hecha de plumas de halcón que le permite cambiar a forma de ave para viajar entre los mundos. Loki le pidió en una ocasión esa capa para recorrer las tierras en busca del martillo de Thor que había sido robado por el gigante Thryn.
Otras veces cabalga a lomos de su jabalí Hildisvíni recorriendo las batallas. Hay una leyenda que dice que su jabalí no es otro que su amante, ocultado así para no desatar la ira de Odín que también la pretendía.
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