Esta luna de noviembre es conocida en el hemisferio norte como la luna del castor, del arce, de nieve o de duelo. Es una de las dos lunas llenas más cercanas al año nuevo wiccano que acaba de empezar. Es momento de pensar en la vida y la muerte. El ciclo de regeneración acaba de comenzar. Los animales que van en manada son más visibles en este momento. Es la época del celo y el arce es un gran representante, de ahí el nombre de este esbat.
Es un buen momento para adentrarnos en nosotros mismos, de mirar en nuestro interior y comprender nuestras actitudes. Momento de aceptar nuestra oscuridad interior y enfrentarnos a las sombras.
Es un momento ideal para contactar con los espíritus de los seres queridos que se han ido. Para la meditación, para la evolución. La tierra está silenciosa, preparándose para el largo invierno que ya está aquí. Realiza rituales de limpieza para purificar tu cuerpo. Deshazte de todo lo negativo en tu vida, recuerdos tristes, preocupaciones... y prepárate para lo que está por venir. Relájate y recupera energías llenándote con la fuerza de esta luna llena.
Utiliza piedras como ópalo, lapislázuri, turquesa, topacio...
Plantas que puedes usar son las flores blancas como el jazmín, plantas como el cardo, verbena, hinojo, caléndula, cincoenrama...
Dioses a las que dedicar nuestro hechizo: Isis, Artemis, Hades, Kronos, Hécate...
Velas de colores grises, blancos, plateados o azulados.
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