Luna rosada, de semillas y de viento

 La luna llena de abril en el hemisferio norte se llama luna rosada, del viento, de semillas, de plantas o del pescado. Estamos en un momento de regeneración, los campos empiezan a florecer, las semillas dan sus frutos. El viento sopla con fuerza y se lleva las malas energías y nos insta a regenerarnos, a realizar una limpieza y empezar de nuevo. Momento de dejar atrás el pasado, de mudanza, de limpiar el hogar, romper relaciones dañinas... Puedes aprovechar esta noche para un ritual de limpieza o un baño purificador. Es tiempo de nacimientos entre los animales. Las crías empiezan a ver la luz. Tiempo de renacimiento, de nuevos comienzos, de emprender la marcha, de reencarnación.

Es un buen momento para conectar con la naturaleza que se encuentra llena de energía. Momento propicio también para encontrarnos con nuestro animal de poder.

Los colores elegidos para esta luna son el marrón, el naranja y los rojos.

Plantas, árboles y flores de esta noche son algunas como el tomillo, la salvia, la caléndula, la manzanilla, las cerezas, los helechos, el cedro, los girasoles o la mirra.

Piedras naranjas, rojas o amarillas como el ámbar, el ojo de tigre, el coral o el cuarzo amarillo.

Siente la energía de la naturaleza a tu alrededor, deja que la lluvia moje tu cuerpo y siente el viento acariciar tu piel. Visualiza las malas energías abandonándote y recárgate con las nuevas.

Luna de flores

La luna llena de mayo en el hemisferio norte se llama luna de flores. En el hemisferio sur corresponde a la luna de noviembre. También llamada luna de leche, luna del salmón, de fuego o de siembra.
Una gran energía está en el ambiente, el Dios y la Diosa se han unido y ella está embarazada.  Esa energía de crecimiento está a nuestro alrededor. Utilízala para cargar tus cristales energéticamente.
Es momento de apareamiento de los animales y de cría.  En Wicca es tiempo del ritual de unión de manos. Está asociada al amor, la fertilidad y la maternidad. Es momento de rituales para ayudar a las mujeres que quieran quedarse embarazadas. Es el momento de la fertilidad.  El calor del ambiente hace florecer la tierra. Debemos agradecer por la belleza que nos envuelve.  Adorna tu hogar con ramos de flores, siempre agradeciendo a la madre tierra por su regalo.  Disfruta del aroma del jazmín, las rosas o hierbas como el tomillo y la menta.
Dedica tus rituales a las diosas Afrodita, Diana, Venus o Artemisa.
Es un buen momento para el desarrollo de las habilidades psíquicas, de la adivinación.  Es la luna de la sabiduría.  Dedica esta noche para mejorar las relaciones de pareja o para atraer una. Utiliza cuarzo rosa, un buen aliado en el amor e inciensos de jazmín, rosas, sándalo o vainilla.  Es momento de siembra, tanto literal como simbólicamente.  Relájate y piensa en qué aspectos de tu vida quieres mejorar y ponte a ello, es momento de comenzar.

Aster, la flor del amor

Si hay una planta asociada al amor y a las relaciones de pareja desde la antigüedad, ésta es el Aster.  Es una planta que florece a finales del verano y sus flores lilas se pueden mantener durante todo el invierno.  Es bastante resistente al frío, aunque si en nuestro hogar hiela, habría que protegerla dentro de casa.  En ocasiones la planta desaparece debido al excesivo frío pero al llegar el buen tiempo vuelve a aparecer como por arte de magia.

El nombre del aster proviene del griego estrella. Sus pétalos puntiagudos le dan ese nombre.
En la antigüedad, se ofrecían ramos de esta planta a afrodita para asegurar el amor o para proteger las relaciones de pareja. También se decía que tumbarte de noche en un campo entre las flores de aster hacía que éstas te hablaran sobre tu futuro amor.
Simboliza la paciencia y la elegancia.  Suele utilizarse como adorno floral en las bodas y se regala para celebrar los veinte años de matrimonio.
Si quieres mantener viva y sana una relación amorosa, planta un aster en tu hogar y trátalo con cariño. 

Elementales

Los elementales son seres vinculados a los elementos de la naturaleza, aire, tierra, fuego y agua, de ahí su nombre, elementales. 
Son seres interdimensionales, pueden moverse por distintos planos. 
Según el elemento al que estén asociados tienen diferentes nombres: gnomos, asociados a la tierra, salamandras al fuego, sílfides al aire y ondinas al agua.
Son seres invisibles pero pueden permitir que se les vea adoptando diferentes formas.
En Wicca se pide su presencia en los rituales al formar el círculo mágico junto con el quinto elemento, el espíritu.
En el altar wiccano cada elemento se representa con algo.  El fuego con las velas, la tierra puede estar representada por una pequeña cantidad de ésta en un bol, el agua del mismo modo y el aire con un poco de incienso. También pueden representarse con una vela de cada color. Azul para el agua, verde para la tierra, roja para el fuego y amarilla para el aire.
Son protectores de la naturaleza, por ello se les realiza ofrendas al demandar su presencia o al pedir su ayuda, hay que tratarlos con respeto al igual que hay que tratar con respeto la naturaleza si no se quiere estar a mal con ellos, pues obtendríamos su venganza. Por otro lado prestan su ayuda a las personas que realmente demuestran su amor hacia la naturaleza.
El elemento fuego simboliza  la fuerza, la destrucción, pero también la regeneración.  Es un elemento asociado con el sol.  El momento del día ligado a ellos es el mediodía y la estación el verano.
Son los seres menos cercanos a los humanos, pero una vez  se establece una relación con uno de ellos es prácticamente irrompible.
Los elementales de agua tienen que ver con la vida, el cambio y la sanación.  Se sienten más atraídos por los humanos y están más apegados a ellos. Entre estos elementales encontramos ninfas, nereidas, ondinas y elfos de agua. La mayoría son seres femeninos, por lo que se presentan como mujeres jóvenes y bellas.
Los elementales de tierra representan la fuerza, la estabilidad.  La tierra es la madre naturaleza pero a pesar de eso está representada por seres masculinos, en muchos casos seres traviesos como duendes, trasgos, gnomos o incluso trolls.
Los elementales del aire son las sílfides, las hadas, los geniecillos de las tormentas... Actúan sobre el viento, los huracanes, la niebla y sobre la lluvia. 
Son seres vinculados al amanecer y a la primavera.  Protegen el aire y la contaminación de éste les ofende especialmente.
Se les puede pedir ayuda para adquirir  conocimiento, inspirarse y para hacer volar la imaginación, por eso acuden a ellos los artistas. También se dice que incluso con su ayuda se puede llegar a volar.

Acebo

El acebo o ilex aquifolium es un arbusto que puede llegar a ser un árbol de hasta 10 o 15 metros de altura.  Ampliamente extendido por el oeste de Asia y Europa.  Tiene hojas verdes con el borde espinoso y unos frutos redondos de color rojo intenso muy tóxicos.  Muy utilizado durante la navidad.

El acebo era conocido por Aristóteles como Paliuro, muy utilizado en la antiguedad como diurético y laxante. Los frutos son purgantes y en exceso provocan vómitos, es peligroso su consumo en niños y embarazadas, sus características purgantes son aprovechadas gracias a su corteza, ya que la toxicidad de sus frutos hace que sea mejor no consumirlos.

Tiene alcaloides, cafeína y teobromina con propiedades estimulantes, cardiotónicas y diuréticas.

La decocción de raíz seca es la mejor manera de  aprovechar sus propiedades diuréticas.

Sus propiedades mágicas son sobretodo de protección, frente a rayos, venenos o espíritus malignos.  Hay que plantarla en los alrededores del hogar o colgarla sobre los marcos de las puertas.

Es símbolo de inmortalidad, ayuda a alargar el efecto de los rituales.

En navidad se utiliza para adornar las casas ya que su presencia aporta felicidad.

La madera de acebo se suele utilizar para hacer varitas mágicas.

Entre los celtas era una planta con un gran valor ritual utilizada por sus druidas por su fuerza vital.

Frejya

Frejya o Freya, "la señora",  es la diosa nórdica del amor, la belleza, la sexualidad, la lujuria y la fertilidad.  Aunque también se la asocia a la guerra, la muerte, la magia y la riqueza.  Recibía a la mitad de los muertos en combate en su castillo, Fólkvangr, mientras que Odín recibía a la otra mitad en el Valhalla, por ello también se la llamaba la diosa de las valkirias o la primera valkiria.

Frejya es junto con Frigg la diosa más importante de la mitología nórdica.

Es representada en muchas ocasiones en un carro tirado por dos grandes gatos; Bygul y Trjegul, los gatos de los campos noruegos.  Los gatos son sagrados para la diosa Frejya.  Su esposo Óor está frecuentemente ausente por lo que ella recorre  los mundos en su búsqueda y derrama lágrimas de oro rojo entristecida, por ello al oro se le suele llamar, las lágrimas de Frejya.  Adorna su cuello con un collar de oro mágico, Brísingamen, que representa al sol, regalo de unos enanos a cambio de sus encantos.  Se le reconocen numerosos amantes, entre  ellos Odín y su propio hermano Freyr.

Posee una capa hecha de plumas de halcón que le permite cambiar a forma de ave para viajar entre los mundos.  Loki le pidió en una ocasión esa capa para recorrer las tierras en busca del martillo de Thor que había sido robado por el gigante Thryn.

Otras veces cabalga a lomos de su jabalí Hildisvíni recorriendo las batallas.  Hay una leyenda que dice que su jabalí no es otro que su amante, ocultado así para no desatar la ira de Odín que también la pretendía.

Luna del sol fuerte o de miel

La luna de junio en el hemisferio norte se llama luna del sol fuerte, luna de miel, luna rosada o luna del maíz verde.

Es un momento propicio para reforzar los lazos familiares y las amistades.  Es tiempo de salir al exterior, a la naturaleza y disfrutar de la vista de los cultivos que cubren los campos estos días.  

Junio trae consigo la energía del amor, las bodas proliferan, por ello a esta luna también se le llama la luna de miel.  Este nombre viene dado porque antiguamente, en el norte de Europa, a los recién casados, durante el primer mes tras la boda, se les daba a beber un vaso diario de aguamiel para propiciar la fecundidad. 

Honra esta noche a la diosa Freya, la diosa del amor.  Llena tu mesa con fresas, bayas, moras, frutos dulces, manzanas o uvas.  Utiliza aromas de albahaca, verbena, artemisa, ciprés.  Adorna tu altar con trigo o maíz.

Los colores ideales para velas son el amarillo, dorado o verde.